EL GRITO [1]
Como un corazón alrededor del cuello
se posa sobre los hombros
busca una mirada hacia los otros
cuando
la mano
se expande
los dedos
ocultan la otra mano
mientras
la
respiración nutre los hilos rojos
que
ciñen el cuerpo
líneas
pliegues
arabescos de hierro
van subiendo la pendiente
Abajo
vetas de madera
sostienen el temblor de la melodía
El grito amputado-mutilado-arrepujado
tras la sombra del laberinto
se evanesce
por el aire celeste.
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