............................CONFESIÓN
A mi
hermana Carmen.
No llegué para quedarme.
Igual que la luna
sigo
sin estremecerme
ante las acechanzas del mar
y de la llama
o el pasado con los restos de la
muerte.
Nací lejos del esplendor
de castillos medievales,
mirando
desde el sueño
como una doncella en las
cortes de amor.
Busco
en las gotas de agua
y hasta en las hojas de
la rama caída,
las voces.
No llegué para quedarme.
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