...........................NADIE SUPO SU NOMBRE
Apenas quedó el poncho
aquella noche húmeda en el bajo de la costa.
Con botas de charol y chambergo
aquel cuchillero,
jugador de truco
en los zaguanes
iba camino del suburbio.
Su facón eludía algún tajo de la sombra
y murió en el entrevero del coraje.
Sólo se veían a lo lejos plumas de agua
en aquel Palermo perdido.
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