PROFECÍA
En el
principio
fue el sueño.
Yo era
el bardo que derramaba la esencia mágica
en el
espejismo de la tierra.
El
espectro se transformó
y
aquel sueño en la puerta de marfil
concibió
el universo.
Soy el
visionario
y
desde la cumbre de la montaña
acaricio
el alba.
Más
allá de los límites
y en
la unión de ese fuego numinoso
me
nació la Palabra.
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Muchas gracias por dejar su comentario. A la brevedad lo podrás leer. Cristina.