EN CADA ESPACIO RECORRO UNA VIVENCIA
Pájaro azul de la mañana,
te oigo cantar
y me estremezco.
Tus patitas danzarinas
me anuncian la llegada del pan
recién horneado.
Y a la vera,
el Dios del maíz cuece el alimento.
Peces
caracoles
zigzaguean por el tiempo
como un tallo que busca su verdor.
Palpitan los geranios y amapolas
entre máscaras y espejos.
Y más allá de las penumbras
descubro los jeroglíficos
que guardan el secreto.
Sólo esa única clave:
Una vasija de barro
y un berimbau
en su interior.
Huiré acaso del
fantasma de la Guerra
en el desierto.
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