.........AL
BORDE DE LA MAÑANA ETERNA
Iré
mañana a la casa del edén perdido
para
yacer en calma.
Me
esperará el asombro de la infancia,
me
esperará la mesa
con el pan caliente
y el
agua clara.
Señor,
esta
muerte inmortal
que
navega mi sangre
recorre
las cariátides de mis huesos
oye el
jadear del pájaro.
Oh, tiempo.
Tiempo de verano.
Como
la felicidad
se esconden las cigarras
cortejan
a la luz
las
mariposas.
Por
qué a la noche
se me acaba la vida.
Llega
ahora la mañana blanca
en la
danza espiralada
de los
pájaros.
Cuando
se pierde la luz
siento
el espanto del crepúsculo.
Quiero
estar
al
borde de la mañana eterna.
Bonito poema. Me gustó.
ResponderEliminarQué profundo y bello poema que indaga en la luz, la vida y la muerte. Un beso. Amalia M. Abaria
ResponderEliminarAmalia, el tema de la luz y la oscuridad es una constante en nosotros. Nunca es suficiente lo que podamos ir descubriendo con las palabras del mundo interior. Un beso. Cristina
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