TODO FINAL ENCIERRA UN NUEVO COMIENZO
Desde la maraña del destino quiero dejar atrás
el tiempo estancado.
Atravieso con cautela el camino de hielo.
Como el zorro, auscultaré el crujido de las
aguas y elegiré los puntos más seguros.
Tendré la prudencia necesaria para aguardar las
fuerzas que me señalen el sitio correcto.
He frenado las ruedas del carruaje antes de
abordar la travesía.
Miro alrededor, busco a los ayudantes de mi
ventura.
Estoy alerta a los castigos de la tierra
diabólica y a los poderes del derrumbe.
En este noviembre de jacarandaes milagrosos,
brilla la luz.
Ha llegado el tiempo nuevo.
Después de la lluvia,
el sol alumbra con redoblada belleza.
Después del incendio,
el bosque resurge de las cenizas con creciente
frescor.
Un destello resplandece en este tiempo nuevo.
La miseria del tiempo ya pasó.
Todo final encierra un nuevo comienzo.
Gracias por invitarme a tu blog, querida Cristina.
ResponderEliminarMe ha resultado grato leerte, y especialmente me conmovió este poema, por tal motivo dejo aquí mi comentario.
Te envío mis mejores deseos para vos y tu gente cercana, que recibas recompensas y gratificaciones en tus tareas cotidianas
Analía
Este poema me conmovió antes... cuando trabajé tu libro, cuando lo gocé primero, y ahora sigue conmoviéndome. Lo simbólico existencial. Tus jacarandaes... El destello que resplandece anunciando el nuevo tiempo. La rueda del samsara... en el verso final. Abrazo de luz, Poeta querida. Cecilia
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