DIES IRAE
Cuando acaece el dolor
hay un vagabundeo entre la vida y la muerte.
Sufrir, tolerar, aguantar, soportar.
El cuerpo cae enfermo
el desconsuelo es un martirio que araña nuestra piel.
Esperanza y desesperación.
Se ven luces y sombras caídas sobre los rostros
Sin embargo la aflicción no cede al daño que carcome lo ilusorio.
El crujir tormentoso es un demonio fatal.
Acaso vale la pena preguntarse por el sentido del viaje
frente al gigantesco derrumbe con enormes grietas
Lo único que tiene sentido es seguir el camino.
Vivir más allá del aquelarre.
De su libro: “Diario de Rosalind Schieferstein”
Querida Cris, ya estoy en tu refugio, y te dejo mi huella para que también viajes al mio.
ResponderEliminarSiempre te recordamos con gran cariño.
Desde Banfield va ese beso enorme que separa distancias y permite a nuestras almas estar siempre unidas.
Tu amiga
Lydia Raquel Pistagnesi
Los días y las noches de Cristina Pizarro
ResponderEliminarnos entregan la escritura secreta
que otros ven en la piel de los leopardos
o en las plumas de los flamencos.
En cambio, uno tiene la dicha
de compartir sus palabras
que conservan un destino: nosotros
que seguimos su camino
Miroslav
Me gustó mucho tu blog... Seguro volveré a visitarte...
ResponderEliminarTe dejo el mío:
http://hilda-hildamendoza.blogspot.com/
Un abrazo
Sigamos en contacto.
ResponderEliminarCristina
Lacrimosa y Dies Irae de Mozart
ResponderEliminarhttp://youtu.be/JE2muDZksP4
http://youtu.be/la0fvj9Q7qA
http://youtu.be/Dlr90NLDp-0