Reseña de mi viaje a La Habana

 El 23 de octubre de 2011 viajé a La Habana, junto a otras escritoras del país, Nora Lía Sormani, Sandra Comino, María Teresa Andruetto, Angeles Pradelli y el bibliotecario y miembro de la CONABIP  Eduardo Burattini, para participar del congreso IBBY Cuba organizado por Emilia Gallego, que se llevó a cabo en el tradicional hotel Habana Libre en El Vedado. Tuvimos intensas jornadas con ponencias, presentaciones de planes de promoción de la lectura de varios países del continente durante seis días y el intercambio de amistad fraternal con escritores de distintas procedencias.

En el marco del Coloquio, presenté una ponencia titulada  " Monstruos y animales en la narrativa de Gustavo Roldán", que tuvo gran acogida en el público cubano.

Durante ese mismo viaje, a través de la Embajada argentina en Cuba, por intermediación de la embajadora y su consejero cultural, estuve en contacto con la escritora Aitana Alberti, quien gestionó la organización de los talleres en la Casa de la Cultura del Municipio de Plaza de la Revolución, a través de la artista Plástica Paula Luzon y la profesora Marlen López, quien me regaló libros de su esposo, el distinguido profesor y poeta Guillermo Rodríguez Rivera sobre teoría literaria y un ensayo sobre la idiosincrasia de los cubanos.

En dicha institución, coordiné un taller con niños de quinto grado que se deleitaron con el “Discurso del oso” de Julio Cortázar y con un poema de Una caja llena de de Laura Devetach. Los niños dramatizaron escenas y escribieron breves textos. Aitana Alberti leyó algunos de sus poemas.

También coordiné un taller destinado a bibliotecarios en la misma entidad que disfrutaron el texto de Gustavo Roldán, Las pulgas no andan por las ramas.

Entre los paseos más relevantes, destaco la visita al Centro de Estudios Martianos, una hermosa casona en donde vivió el hijo de José Martí.

Fuimos al hotel Inglaterra donde se estaban exhibiendo obras de Paula, pinturas y acuarelas con motivos vegetales y de la naturaleza en general. Me obsequio una de sus  bellas obras.

Paula Luzon fue mi cicerone por la ciudad y concertó una visita a la casa de Josefina de Diego, quien me brindó su hospitalidad y me obsequió valiosos ejemplares de su autoría y de su padre, el poeta  Eliseo Diego.

Tuve oportunidad de conocer personalmente al poeta y ensayista Virgilio López Lemus, con quien compartimos una inolvidable charla literaria y el intercambio de libros.

Una experiencia que enriqueció mi espíritu y mis conocimientos.

Les dejo algunas imágenes de las fotos que tomé.