martes, 10 de marzo de 2015

EL CORAZÓN DE UN HOMBRE ES SU PROPIO DIOS



EL CORAZÓN DE UN HOMBRE ES SU PROPIO DIOS

En el principio
 el trono de Dios iluminaba el reino.

En el tic tac   el cuerpo se expandía  
y se  impregnaba  el universo.

En el origen de los tiempos
el corazón era el rey. Sol y fuego.
Timonel de la luz y de la vida.

Así como en el santo Graal
la sangre era un brebaje  sempiterno.

Tal vez en un lugar escondido
una fórmula mágica quedó grabada en ese amuleto

Esa célula amurallada
es chispa de luz
 es templo de mi ser.

Aquellos pensamientos secretos
son visiones que desvelan el misterio.

Ahora el ojo del corazón contempla  piensa  decide
 Por qué amar de corazón  hasta el último suspiro


Ay,  mi corazón, serás el último en morir.

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Muchas gracias por dejar su comentario. A la brevedad lo podrás leer. Cristina.